Se concreta si las características, atributos y ventajas competitivas del producto que se plantearon en un principio, satisfacen de manera plena al consumidor o usuario, de lo contrario, se enlistan las adecuaciones correspondientes. Asimismo, se consideran las siguientes variables para estas recomendaciones:
· Proveedores.
· Marca.
· Empaque.
· Precio.
· Plaza o Distribución.
· Publicidad.
· Promoción de ventas.
· Ventas.
· Relaciones Públicas.
· Inversión inicial requerida. Se calcula con respecto al pronóstico de ventas:
o Instalaciones.
o Recurso Humano.
o Costos de Materias Primas.
o Gastos de Registro de Patente.
o Estimado del esfuerzo publicitario.
o Reserva para imprevistos.
Conclusiones.
Básicamente, la conclusión es si es factible emprender el proyecto o no y, en ambas situaciones, ventajas y desventajas de hacerlo, sin olvidar el nivel de riesgo. Se hace con base en:
1. El concepto del producto, es decir, su innovación, características y atributos, ventajas competitivas y grado de competencia.
2. Aceptación del consumidor o usuario.
3. Condiciones favorables del mercado, presentes y futuras.
4. Complejidad y tiempos requeridos para la instalación de la línea de producción, así como la fabricación del producto o la implementación del servicio.
5. Profundidad y grado del esfuerzo de mercadotecnia.
6. Proyecciones financieras.
7. Calendario de actividades para determinar todo el proceso que se requiere seguir antes de iniciar operaciones.
Fuente: Vive la Administración II, Progreso Editorial.
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