Es el autor del diseño robusto, a través del cual se exceden las expectativas de la calidad para la satisfacción del cliente, haciendo mayor énfasis en las necesidades que le interesan al consumidor, ahorrando dinero en las que no le interesan; de esta manera las expectativas que el cliente tiene acerca del producto aseguran que es más económico hacer un diseño robusto que pagar los controles de calidad y reponer las fallas.
El diseño robusto también maximiza la posibilidad de éxito de la empresa, evitando todos los costos de reproceso y de desconfianza en la misma.
Taguchi intentó reducir las variaciones en calidad en la producción; para ello utilizó una ecuación cuadrática que se ajusta a los datos de costos y desempeño del producto. Si el producto se aleja de la ecuación, su valor se aumenta al igual que el costo de la calidad para la sociedad.
Para la gestión de sus planteamientos propone siete puntos:
1. Función de pérdida.
2. Mejoramiento continuo.
3. Variabilidad.
4. Diseño del producto.
5. Optimización del diseño del producto.
6. Optimización del diseño del proceso.
7. Ingeniería de calidad en línea e ingeniería de calidad fuera
de línea.
Luz Angela Aldana de Vega, et.al, ‘Administración por calidad’, Editorial Alfaomega & Universidad de La Sabana, p. 27.
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