Si ocurre un error, tenemos que informarle. Si la página está cargando, tenemos que informarle mediante un icono y que no se quede simplemente todo estático hasta que pasemos a la siguiente página.
Vigila que todo lo que pase dentro de la web sea porque el usuario ha pulsado un botón y no porque pasen cosas “automáticas” o inesperadas.
Si se produce un error, comunícalo de forma clara y no demasiado alarmista, es decir, procura que no se esté asustando al usuario con lo que pasa. Y que, si tienes que poner una ventana emergente para avisarlo, ésta no tape el navegador o los botones importantes para que el usuario siga navegando tranquilamente por la web o salga de ella.
No abuses de generar ventanas en
su navegador.
Te habrá pasado alguna vez que has entrado a mirar cualquier cosa en una web y, de repente, te das cuenta de que tienes 40 pestañas abiertas en el navegador. No hay nada más molesto que tener que cerrarlas todas.
Trata de que la web no obligue a abrir pestañas en
el navegador del usuario a no ser que sea estrictamente necesario.
Fundación Telefónica – Curso Analítica Web, Resumen Módulo 4, p. 13 – 14.

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