Esta aviadora estadounidense (1897 – 1937) se hizo famosa por ser la primera mujer en sobrevolar el océano Atlántico en solitario, entre el 20 y 21 de Mayo de 1932, por lo que fue galardonada por el Congreso de Estados Unidos con la Cruz Distinguida de Vuelo. También fue la primera persona en volar la travesía entre Honolulú – Hawái – y Oakland – California –, una distancia superior a la que hay entre los Estados Unidos y Europa. La última hazaña que intentó Earhart fue recorrer el mundo, acompañada por su copiloto, Frederick J. Noonan; iniciaron juntos el viaje el 1 de Julio de 1937 y, tras haber completado 33 000 km en 30 días, el avión en el que viajaban desapareció. Se desconocen las causas y las circunstancias del accidente; jamás se encontraron los restos de la nave.
Mostrando las entradas con la etiqueta Aviadora Estadounidense. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Aviadora Estadounidense. Mostrar todas las entradas
El vuelo de Amelia Earhart
Etiquetas:
Amlia Earhart,
Aviadora Estadounidense,
Cruz Distinguida de Vuelo,
Fredrick J. Noonan,
Mujeres en la aviación,
Personas desaparecidas en vuelos,
Pioneras femeninas,
Vuelo de Amelia Earhart
Ciudadano del mundo, economista de carrera, bloguero por pasatiempo, docente por situaciones del destino
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
La recomendación del momento
La Relación de los Hijos Mayores con el Universo
El poder de un Micael Mayor es ilimitado porque deriva de la asociación experiencial con la Trinidad del Paraíso, es indisputable porque der...
Lo más popular de la semana
-
En esta entrega de los “queridísimos” trabalenguas, se da una lista de esos ejercitadores de la lengua que tienen a algún elemento de la...
-
La 1° cultura (al menos de la que se tiene un registro) en aparecer en Mesoamérica, y que es conocida como la "cultura madre", es ...
-
La organización lineal tiene sus orígenes en la organización militar de los ejércitos de la antigüedad y de la época medieval. El princi...
-
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...
-
¡Qué lindo, vengan a ver qué lindo: en medio de la calle ha caído una estrella;