Pobres hombres de ambición infinita,
no han logrado cosechar las flores,
en su búsqueda han quedado ciegos,
sólo pueden defender riquezas,
han quedado amarrados al estiércol,
ya ni saben cuánto van teniendo.
Pobres hombres de ambición infinita,
no han logrado cosechar las flores,
en su búsqueda han quedado ciegos,
sólo pueden defender riquezas,
han quedado amarrados al estiércol,
ya ni saben cuánto van teniendo.
Brotan las flores, están frescas, medran, abren su corola. De tu interior salen las flores del canto: tú, oh poeta, las derramas sobre...