Si estás deprimido, no puedes dar alegría. Si eres débil, no puedes dar fuerza. Si eres inflexible, tu rigidez te perderá. Si eres pesimista, no puedes dar esperanza. Si eres enojón, no puedes dar paz ni armonía. Si te falta vida, no puedes dar vitalidad. Si careces de comprensión, no entenderás a nadie. Si te falta energía, no puedes dar ánimo. Si eres ignorante, nadie aprenderá de ti. Si no te amas, no puedes amor. Si no te respetas, nadie te respetará. Si careces de fe, los que te rodean siempre dudarán. Extiende tus brazos y abre tus manos para recibir con gratitud los dones y regalos que se nos dan gratis y disfrútalos. Alegría, fe, salud, amor, entusiasmo y dones materiales están esperando que tú les des la bienvenida. El universo está lleno de riqueza y el Creador es la abundancia misma.
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Helen Hernández-Si no tienes no puedes dar
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Ciudadano del mundo, economista de carrera, bloguero por pasatiempo, docente por situaciones del destino
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