Aunque cada gobierno superuniversal preside cerca del centro de los universos evolucionarios de su segmento espacial, éste ocupa un mundo hecho a medida y poblado por personalidades acreditadas. Estos mundos sede central son esferas arquitectónicas, cuerpos espaciales específicamente construidos para su propósito especial. Aunque comparten la luz de los soles cercanos, estas esferas están iluminadas y calentadas independientemente. Cada una tiene un sol que emite luz sin calor, como los satélites del Paraíso, y se calientan por la circulación de ciertas corrientes de energía cerca de la superficie de la esfera. Estos mundos de sede central pertenecen a uno de los sistemas más grandes situados cerca del centro astronómico de sus superuniversos respectivos.
Mostrando las entradas con la etiqueta Gobierno superuniversal. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Gobierno superuniversal. Mostrar todas las entradas
Las Esferas Arquitectónicas
Etiquetas:
Conciencia,
Creación material,
Esferas,
Esferas Arquitectónicas,
Explicación del universo,
Gobierno superuniversal,
Libro de Urantia,
Orvonton,
Paraíso,
Sede central,
Universos evolucionarios,
Urantia
Ciudadano del mundo, economista de carrera, bloguero por pasatiempo, docente por situaciones del destino
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
La recomendación del momento
La Relación de los Hijos Mayores con el Universo
El poder de un Micael Mayor es ilimitado porque deriva de la asociación experiencial con la Trinidad del Paraíso, es indisputable porque der...
Lo más popular de la semana
-
En esta entrega de los “queridísimos” trabalenguas, se da una lista de esos ejercitadores de la lengua que tienen a algún elemento de la...
-
La 1° cultura (al menos de la que se tiene un registro) en aparecer en Mesoamérica, y que es conocida como la "cultura madre", es ...
-
La organización lineal tiene sus orígenes en la organización militar de los ejércitos de la antigüedad y de la época medieval. El princi...
-
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...
-
¡Qué lindo, vengan a ver qué lindo: en medio de la calle ha caído una estrella;