Se separan, a veces, no siempre,
a unos pasos solamente, se
miran,
aprecian afortunados que se
tienen.
¡Amor de adolescente enamorado!
Se separan, a veces, no siempre,
a unos pasos solamente, se
miran,
aprecian afortunados que se
tienen.
¡Amor de adolescente enamorado!
Nicolás Mangana era un campesino pobre pero ahorrativo. Su mayor ilusión era juntar dinero para comprar unos puercos y dedicarse a engordarl...