Después de la muerte de Morelos, los insurgentes no llegaron a tener un jefe capaz de acaudillarlos. Durante algún tiempo pelearon dispersos, sin planes de lucha, formando guerrillas aisladas que se refugiaban, para resistir al enemigo, en lugares fortificados casi naturalmente. Era como si el movimiento por la independencia estuviese deshecho.
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La Guerra por la Independencia. La Resistencia
Ciudadano del mundo, economista de carrera, bloguero por pasatiempo, docente por situaciones del destino
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