No corráis, vientecillos,
con tanta prisa,
porque al son de las aguas
duerme la niña.
No corráis, vientecillos,
con tanta prisa,
porque al son de las aguas
duerme la niña.
Brotan las flores, están frescas, medran, abren su corola. De tu interior salen las flores del canto: tú, oh poeta, las derramas sobre...