¡Quien rechaza mi caricia mata!
destroza los pulmones y los huesos,
derrumba el rascacielos del amor,
retumba en el hígado y arde.
¡Quien rechaza mi caricia mata!
destroza los pulmones y los huesos,
derrumba el rascacielos del amor,
retumba en el hígado y arde.
Brotan las flores, están frescas, medran, abren su corola. De tu interior salen las flores del canto: tú, oh poeta, las derramas sobre...