¡Quien rechaza mi caricia mata!
destroza los pulmones y los huesos,
derrumba el rascacielos del amor,
retumba en el hígado y arde.
¡Quien rechaza mi caricia mata!
destroza los pulmones y los huesos,
derrumba el rascacielos del amor,
retumba en el hígado y arde.
Nicolás Mangana era un campesino pobre pero ahorrativo. Su mayor ilusión era juntar dinero para comprar unos puercos y dedicarse a engordarl...