Yo he llegado a media mañana a este pueblecito sosegado y claro; el sol iluminaba la ancha plaza; unas sombras azules, frescas, caían en un ángulo de los aleros de las casas y bañaban las puertas; la iglesia, con sus dos achatadas torres de piedra, torres viejas, torres doradas, se levantaba en el fondo, destacando sobre el cielo limpio, luminoso. Y en el medio, la fuente deja caer sus cuatro chorros, con un son rumoroso, en la taza labrada. Yo me he detenido un instante, gozando de las sombras azules, de las ventanas cerradas, del silencio profundo, del ruido manso del agua, de las torres, del revolar de las golondrinas, de las campanadas rítmicas y largas del vetusto reloj.
Mostrando las entradas con la etiqueta Torres de piedra. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Torres de piedra. Mostrar todas las entradas
Azorín – Un pueblecito
Etiquetas:
Aleros,
ancha plaza,
Azorín,
Breves textos,
Casas,
Cielo,
Iglesia,
La Peral de Somiedo,
Pueblecito,
sombras azules,
Sombras frescas,
Textos de la SEP,
Torres de piedra,
Torres doradas,
Torres viejas,
Un pueblecito
Ciudadano del mundo, economista de carrera, bloguero por pasatiempo, docente por situaciones del destino
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
La recomendación del momento
El árbol (Literatura en Corto #2)
En esta ocasión se comparte una imagen (un poco chueca esperando que no me la recortará Tik Tok de manera que ya luego no se entienda) en la...
Lo más popular de la semana
-
En esta entrega de los “queridísimos” trabalenguas, se da una lista de esos ejercitadores de la lengua que tienen a algún elemento de la...
-
La 1° cultura (al menos de la que se tiene un registro) en aparecer en Mesoamérica, y que es conocida como la "cultura madre", es ...
-
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...
-
La organización lineal tiene sus orígenes en la organización militar de los ejércitos de la antigüedad y de la época medieval. El princi...
-
Nicolás Mangana era un campesino pobre pero ahorrativo. Su mayor ilusión era juntar dinero para comprar unos puercos y dedicarse a engordarl...