Alta Dirección




Se denomina de esta manera al grupo de directivos con los cargos más altos en una organización; el Presidente, el Gerente General y los directores de las distintas áreas. Su función es coordinar a todas las áreas que integran una empresa, proporcionando capital, estructura, recursos, e indicando el rumbo requerido para cumplir con su razón de ser.

Sin la Alta Dirección, la empresa estaría a la deriva, ya que no habría quien tome las grandes decisiones, quien haga aportación del capital y establezca las reglas para operar. Sin duda, es una parte neurálgica cuya influencia causa el éxito o el fracaso de una organización.

Sus principales objetivos generales son:
·         Facilitar que se logren las metas.
·         Ser líderes y ejemplo para toda la organización.
·         Que se cumplan estrictamente la filosofía empresarial, las políticas y los lineamientos.
·         Generar nuevos negocios y propiciar crecimiento de la empresa.
·         Mantener siempre una organización profesionalizada, debidamente motivada y bien incentivada.
·         Proveer recursos financieros.

La estructura de esta área dentro de una empresa depende, en gran medida, no sólo del tamaño de la empresa, sino de su volumen de ventas, tipo y diversidad de productos.

Se conforma por:
·         Presidente Honorario del Consejo de Administración o Administrador Único.
·         Consejo de Administración.
·         Dirección General.
·         Presidente del Consejo Ejecutivo o Comité Técnico.
·         Consejo Ejecutivo o Comité Técnico.
·         Staff.

Entre las funciones más destacadas que lleva a cabo la Alta Dirección, se encuentran:
·         Establecer la filosofía, los principios y valores, la misión, la visión, los objetivos y las metas para toda la organización y, con base en todo esto, delinear las políticas que la regirán en general.
·         Conducirse con transparencia y ética en lo personal y en lo profesional, y comprometerse no nada más con la empresa, sino también con la sociedad y su entorno.
·         Fomentar la comunicación entre todos los miembros de la organización y siempre estar dispuestos a atender sus colaboradores, desde el último hasta el primer nivel.
·         No ocuparse exclusivamente de las metas de organización, sino también de las aspiraciones de mejoramiento personal, por medio del reconocimiento a su trabajo, prestaciones sociales y salarios e incentivos que correspondan de manera justa al desempeño realizado.
·         Administrar correctamente el capital y utilidades de la empresa, para tener finanzas sanas y poder proporcionarle todos los recursos requeridos para operar y lograr resultado positivos que reflejen los objetivos y metas trazadas.
·         Realizar inversiones y compras de alto nivel, como son terrenos, edificios, plantas industriales, empresas, etc.
·         Fortalecer los negocios actuales y buscar otros nuevos e innovadores que solidifiquen a la empresa.
·         Dar el visto bueno al presupuesto anual que cada director de área le presenta para que sea asignado en tiempo y forma.
·         Dar a conocer con oportunidad las decisiones trascendentes para la organización.
·         Vigilar el funcionamiento de la compañía, pero delegando y dando libertad, no interfiriendo ni obstruyendo sus áreas funcionales.
·         Supervisar y cuidar que la empresa se desempeñe de acuerdo con lo planeado para que las metas y objetivos se cumplan, además de evaluar los resultados.
·         Prever escenarios desfavorables, pero también detectar oportunidades en el entorno, antes que la competencia.
·         Participar activa y productivamente en asociaciones empresariales.

Su principal relación con otras áreas de la empresa se fundamenta en que, por tratarse de la cabeza de la organización, la Alta Dirección interactúa con todos y cada uno de los departamentos; de manera adicional, recibe el reporte de actividades y los resultados por parte de los directores de área, pues además de dirigir debe controlar y evaluar a toda la organización.

Sin embargo, algo que debe respetar es la línea jerárquica, por lo que no debe dar instrucciones directas a los subordinados de sus directores de área, ya que puede ocasionar que se distorsionen, o bien, restarles autoridad a los segundos.


Fuente: Vive la Administración II, Progreso Editorial.

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