Todos los días al terminar las clases, los niños atravesaban la calle y se detenían frente al puesto de juguetes, que contemplaban con avidez.
- Mira qué bonita muñeca – decía Maruca.
Brotan las flores, están frescas, medran, abren su corola. De tu interior salen las flores del canto: tú, oh poeta, las derramas sobre...