A los verdes prados
baja la niña:
ríense las fuentes,
las aves silban.
A los verdes prados
baja la niña:
ríense las fuentes,
las aves silban.
Nicolás Mangana era un campesino pobre pero ahorrativo. Su mayor ilusión era juntar dinero para comprar unos puercos y dedicarse a engordarl...