Otumba, Estado de México




Tierra de otomíes, posee un rico legado dese tiempos indígenas, cuando fue casa del Señorío de Acolhuacan o fungió como escenario del suceso de La Noche Triste donde Cuitláhuac venció a Hernán Cortés. Fue estación virreinal a la llegada del Conde de la Coruña Lorenzo Suárez de Mendoza en 1580. Aquí se transfería el poder de manera simbólica a los nuevos virreyes. Ya en una época más reciente, fue cuna del gran pintor Gonzalo Carrasco, alumno del célebre paisajista José María Velasco.

Entre los lugares que se recomienda visitar en este municipio del Estado de México serían los siguientes:

Santo Domingo Aztecameca.
Se localiza 7 km. delante de Axapusco, por la carretera que conecta con la autopista a Tulancingo. El templo dominico de este poblado data del siglo XVI, concebido al estilo plateresco, con una portada atrial, capillas posas, fachada principal decorada con relieves fitomorfos y pila bautismal de piedra en el interior.

Reino Animal.
Ubicado a 25 km. de la autopista México – Tulancingo, muy cerca de la zona arqueológica de Teotihuacán con dirección a Tulancingo, se encuentra este parque donde los animales viven en completa libertad. Es un sitio en el que se pueden experimentar aventuras emocionantes en el safari, en la ordeña de vacas, la doma de caballos y en los paseos en ponies o carretas. Entre los servicios que ofrece están guías especializados, restaurante, tienda de souvenirs, sanitarios, estacionamiento y servicio médico.

Templo de la Purísima Concepción.
Sobre una plataforma prehispánica los franciscanos edificaron este templo y convento que por su arquitectura del siglo XVI se ha convertido en uno de los edificios más importantes y visitados de Otumba. La portada de estilo plateresco tiene un arco enmarcado por delgadas columnas que se levantan entre guías vegetales y flores. La puerta está rodeada por un alfiz con la forma de un cordón franciscano, diseño que también puedes observar en la ventana del coro. En el interior se aprecia una bóveda de cañón corrido, probablemente reconstruida en el siglo XVIII. A un costado del templo se encuentra la portería del convento que en un tiempo fue la Capilla Abierta. El viejo claustro muestra los restos de una arquitectura sencilla y de pinturas murales.

Ex Convento de Oxtotipac.
Tras la conquista, la orden franciscana inició la evangelización; de ésta época es el convento, sin duda, uno de los ejemplos más puros del plateresco mexicano. Elegante en su sencillez (consagrada a San Nicolás de Bari) fue levantado sobre un teocalli prehispánico. Si se mira por primera vez, se puede comprobar que la fachada recuerda un relicario con sus dos rosetones octagonales; las columnas al interior muestran un delicado trabajo al labrar la piedra, o la portería del convento que tiene cinco arcos con finísimas columnas. Su fachada data de 1675 y rompe con la austeridad de las construcciones franciscanas. Los motivos que predominan son los vegetales y al interior se puede apreciar cómo se entrelazan los ornamentos renacentistas y los elementos románicos, con los propios de la cultura otomí, que se hacen presentes en las dos bellísimas pilas bautismales, una de ellas del siglo XVI. De esta manera se puede ver cómo se engarza magistralmente la concepción de dos mundos. Una peculiaridad de este monasterio son sus pequeñas dimensiones, que rompen con los estándares de las otras órdenes religiosas y de los propios franciscanos en la edificación de sus conventos. El convento se localiza 5 kilómetros al noreste del centro, y es el mayor atractivo del municipio, por lo que no debe ser perdido de vista.

Museo Gonzalo Carrasco.
El museo regional se encuentra en lo que fuera la casa donde nación Gonzalo Carrasco, sacerdote jesuita y fecundo pintor decimonónico. Está ubicado a un costado de la Plaza de la Constitución y tiene once salas en las que aloja una extensiva colección de objetos prehispánicos de las culturas aztecas, teotihuacana y otomí. Exhibe fotografías de algunos códices prehispánicos, de construcciones civiles y religiosas, de la construcción del ferrocarril de Otumba, de la elaboración del pulque y las haciendas productoras de esta bebida. Hay una sala dedicada a la obra pictórica de Gonzalo Carrasco; también se encuentra una reseña bibliográfica y muebles originales. Como parte del museo, se puede ser una antigua tienda que vendía de todo, propiedad de este artista.

Palacio Municipal.
El edificio que ocupa el Palacio Municipal es una sobria construcción de aspecto colonial; presenta en la fachada los arcos que parecen sostener al segundo nivel, con ventanas y balcones de herrería que dan hacia el jardín central. La construcción remata el edificio con balaustras propias del Siglo XIX, pues fue reconstruido en ese siglo y remodelado posteriormente respetando el estilo original. 


Fuente: Mapas Temáticos del Estado de México, Otumba, Ed. GEM.


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