Había una vez un mono listo que inventaba muchas cosas, en tanto que sus compañeros se dedicaban a imitar lo que él hacía.
Un día, el mono listo tenía mucha sed y sintió deseo de tomar agua de
coco.
Trepó a una palmera.
Había una vez un mono listo que inventaba muchas cosas, en tanto que sus compañeros se dedicaban a imitar lo que él hacía.
Un día, el mono listo tenía mucha sed y sintió deseo de tomar agua de
coco.
Trepó a una palmera.
Brotan las flores, están frescas, medran, abren su corola. De tu interior salen las flores del canto: tú, oh poeta, las derramas sobre...