Este arroyo que me mira
con inocencia de pájaro
tiene los ojos azules
del horizonte serrano.
Este arroyo que me mira
con inocencia de pájaro
tiene los ojos azules
del horizonte serrano.
No todas las habitaciones son iguales: las del campo son distintas de las urbanas, o de la ciudad.
(El niño, desde una ventana, ve pasar por la calle al lechero, que pregono quesos). El lechero: — ... ¡Quesitos, quesitos, a los ricos q...