Alegre como alondra madrugadora,
locuela como pluma que viene
y va,
yo soy la campanita que da
la hora.
¡Din, dan, din, dan!
Alegre como alondra madrugadora,
locuela como pluma que viene
y va,
yo soy la campanita que da
la hora.
¡Din, dan, din, dan!
¿En dónde tejemos la ronda?
¿La haremos a orilla del mar?
El mar danzará con mil olas
haciendo una trenza de azahar.
Nicolás Mangana era un campesino pobre pero ahorrativo. Su mayor ilusión era juntar dinero para comprar unos puercos y dedicarse a engordarl...