La definición en términos generales del Adviento es que es el tiempo litúrgico que sirve para preparar la celebración del nacimiento de Jesús (el hijo de Dios, dentro de la religión católica) pero sobre todo, es un tiempo de reflexión para toda la humanidad que está esperando la segunda venida del Salvador. Se inicia esta celebración 4 domingos antes de la semana que albergue la festividad de la Navidad, en los cuales los ornamentos serán de un color morado.
Dentro de los propósitos eclesiásticos es un tiempo que sirve para aprender a orar personalmente, en familia y con la comunidad cristiana, de corregir los comportamientos dañinos y egoístas, de reconocer la presencia de Jesús en medio de la Iglesia, de dirigir el corazón a María para aprender de ella a esperar y preparar la venida del Salvador.
Los evangelios que se proclaman en estas celebraciones le recuerdan a la Iglesia y a cada uno de los cristianos la constante necesidad de cambiar nuestra vida, de acudir al llamado que el Señor Dios Padre está dando constantemente.
En México se observar que la mayoría de las familias celebra el Adviento con la clásica corona de adviento (una rueda de hojas verdes con 3 velas moradas y una rosa) que se va prendiendo según corresponda el día, momento y las oraciones en la interioridad de las casas. Es también tiempo en el que se puede observar que muchos colocan el árbol de Navidad y el nacimiento que representa justamente el momento en el que Cristo llega al mundo; entre muchas otras variantes que hacen que se preparen los motores para lo que es la llegada de la Navidad.
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