Música porque sí, música vana,
como la vana música del grillo,
mi corazón romántico y sencillo
se ha despertado grillo esta mañana.
Música porque sí, música vana,
como la vana música del grillo,
mi corazón romántico y sencillo
se ha despertado grillo esta mañana.
La luz, la luz sumisa
(si no fuera
la luz, la llamaran sonrisa),
al trepar en los muros, por ligera,
dibuja la imprecisa
ilusión de una blanda enredadera.
¡Ondula, danza, y trémula se irisa!
Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín:
bajel pirata que llaman
por su bravura El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
Una flecha en el aire
tiró Cupido,
y la tiró jugando —cielito lindo—
—¿Qué pájaro es ése? —le pregunté a Fausto Ruiz, el viejo peón amigo que siempre me acompañaba en mis andanzas por el monte.
Este arroyo que me mira
con inocencia de pájaro
tiene los ojos azules
del horizonte serrano.
Fueron a cazar guitarras,
bajo la luna llena.
Y trajeron ésta,
Brotan las flores, están frescas, medran,
abren su corola.
De tu interior salen las flores del canto:
tú, oh poeta, las derramas sobre los demás.
¡Lo he comprendido al fin:
oigo un canto; veo una flor;
oh, que jamas se marchiten!
Llovieron las esmeraldas;
ya nacieron las flores:
es tu canto.
Cuando tú lo elevas en México
el sol está alumbrando.
Es para que la cantes
esta canción:
La rosa de los vientos, el corazón.
Cansados de buscar, terminamos por dejarla sin nombre.
Se llama simplemente "la vaca", porque es el nombre que mejor le queda.
Además, qué le importa con tal de comer. Así pues, tiene a discreción hierba fresca, heno seco, legumbres, granos e incluso pan y sal. Y come de todo, todo el tiempo; come dos veces, puesto que rumia.
Una nube blanca,
una nube azul,
en la nube un sueño
y en el sueño, tú.
Siguiendo aprovechando esta particular modalidad, en esta ocasión se comparte esta muestra de imágenes con diferentes conceptos de varias á...