La polémica posterior al tanto decisivo apunta a que el balón nunca entró, el broche de oro de un torneo armado para favorecer al equipo anfitrión.
“El balón nunca pasó la línea”, aseguró Franz Beckenbauer sobre el dudoso gol que le anotó el Equipo de la Rosa a la RFA en la Final de Inglaterra 1966, donde los anfitriones ganaron la Copa Jules Rimet.