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Decamerón. El perverso invocado como Santo




Aspecto
Contenido
Personaje(s) Principal(es)
Ciapelletto.

Descripción Física: Estatura pequeña, ojos negros, barba y bigote negra, piel blanca, de constitución fuerte.

Descripción Psicológica: Astuto Estafador.

Descripción Etopéyica: Delincuente, ya que viola todas las leyes que puede.

Género: Masculino.

Edad: 37 años.

Rol: El corrupto que tiene la corrupción y el delito en su sangre.

Clase Social: Alta.
Personaje(s) Secundario(s)
Musciatto.

Descripción Física: Viejo, de barba y pelo canoso. Estatura normal. Ligero sobrepeso.

Descripción Etopéyica: Hace su delitos dentro del marco de la ley.

Género: Masculino.

Edad: 48 años.

Rol: El prestamista que requiere cobrar sus inversiones.

Clase Social: Alta.

Padre.

Descripción Física: Maduro, con calva y cabellos castaños. Alto, delgado y de facciones arrugadas.

Descripción Psicológica: Ingenuo.

Descripción Etopéyica: Fiel devoto de lo que dicta su fe.

Género: Masculino.

Edad: 37 años.

Rol: Padre santo que cumple con su labor.

Clase Social: Alta.

Prestamistas Florentinos.

Hombres maduros que solo ven por sus negocios, y que cuando se habla del mejor postor, ellos están presentes.
Narrador
3° Persona (Dioneo es el encargado de ir relatando las historias de esta jornada a sus amigos).
Ambiente Físico
Localidad Urbana.
Ambiente Psicológico
Mentiras, engaños e hipocresías asimiladas.
País
Italia.
Espacio
Corte, Casa de los prestamistas florentinos, Convento.
Época
Apogeo del feudalismo en Italia (Edad Media).
Tema
Maleante es santificado.
Trama
Buena trama, historia que se entiende y que es original. No cualquiera redacta eso en una sociedad regida por las altas esferas de la religión. "Un maleante que convierten en santo no es cosa de todos los días".        
Final
Fue un final interesante ya que no cualquiera supone que así de fácil, un sacerdote le haya dado ese honor de morir en el convento para convertirse en santo a cualquiera. Nadie supone que alguien que era tan conocido por sus atrocidades lo hayan convertido en patrono de la ciudad solo porque cautivo al padre. Sin duda, un final agradable.



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