Nadie sabe dónde vive,
nadie en la casa lo vio;
pero todos escuchamos
al sapito glo – glo – glo.
Nadie sabe dónde vive,
nadie en la casa lo vio;
pero todos escuchamos
al sapito glo – glo – glo.
Brotan las flores, están frescas, medran, abren su corola. De tu interior salen las flores del canto: tú, oh poeta, las derramas sobre...