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Reservas Naturales III

Una importante reserva de la biosfera que protege y resguarda vegetación de tipo selva húmeda perennifolia es la de Lacantún, en el estado de Chiapas. Aquí se conservan, protegen e investigan animales como el jaguar, el mono araña y el tapir, entre otros. En cuanto a la vegetación, están el cashán, la caoba y el chicozapote. Este mismo objetivo los tiene la Reserva de la Biosfera de la Michilía en Durango. Su entorno abarca bosques de coníferas y encinos, plantas que crecen en las márgenes de los ríos y pastizales. Los animales que se asocian a esta vegetación son el oso negro, el lobo mexicano, el cernícalo, etc. Hay que recordar que algunas de estas especies se encuentran en peligro de extinción. El Parque Nacional de Isla Isabel, en la costa nayarita, es un excelente ejemplo de protección, conservación e investigación de especies tanto animales como vegetales, pues cuenta con varios proyectos dirigidos por el Instituto de Ecología de la UNAM. El entorno investigado es el que corresponde a la selva húmeda perennifolia y a las dunas costeras. El Parque Marino Nacional del Sistema Arrecifal Veracruzano protege 23 arrecifes coralinos que abarcan la vegetación de dunas costeras. Esta área ha sido constantemente afectada por las actividades humanas.

Reservas Naturales II

La conservación y el resguardo del patrimonio natural de México comenzaron en 1876 con la protección de los manantiales del área del Desierto de los Leones, que proveían de agua al Distrito Federal. Posteriormente, en 1889 el presidente Porfirio Díaz instituyó el primer Parque Nacional: El Chico, en el estado de Hidalgo. Ya en este siglo, en la década de 1920 se crea la primera reserva forestal y se promulga por orden federal la ley respectiva. El carácter de esta Ley Forestal permite que durante el gobierno de Lázaro se establezca el primer Parque Nacional de Zoquiapan y Anexas, así como otros 39 más que se suman para proteger una superficie de cientos de miles de hectáreas, distribuidas en 17 estados de la República. El objetivo principal de su creación era la protección de áreas naturales para evitar la explotación inmoderada, conservar las bellezas del paisaje, preservar vestigios arqueológicos y monumentos históricos, crear zonas recreativas y fomentar el turismo. En 1983 se planteó la necesidad de integrar y organizar todas las áreas naturales patrimoniales para garantizar la permanencia de los sistemas ecológicos representativos de nuestro país. A partir de 1992, con el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas, se cuenta ya con más de 70 zonas que abarcan distintos ecosistemas, desde los bosques de niebla y el desierto, hasta arrecifes coralinos y selvas.

Selva húmeda. Animales









La selva húmeda es un ecosistema en el que existe una amplia actividad, tanto en el día como en la noche. Este ambiente está poblado por una infinidad de especies animales, que van desde los insectos y gusanos hasta los jaguares. Los habitantes de los árboles, como los monos y las aves, sólo ocasionalmente bajan al suelo, pues todas sus necesidades quedan cubiertas con los recursos que les brinda esta vegetación, ya que su dieta se basa principalmente en frutos e insectos. Muchas veces hacen sus nidos en las ramas de las ceibas y canshanes. El oso hormiguero es habitante de los árboles; la destreza con la que se desplaza por el ramaje se ve facilitada por su cola prensil. Éste también es el caso de los monos. Los reptiles y los anfibios se proveen de alimento en el piso del sotobosque, cazando en su mayoría insectos y pequeños mamíferos. El habitante de mayor tamaño de las selvas húmedas es el jaguar. Este felino es un excelente depredador; está ubicado en la parte más alta de la pirámide alimenticia. Algunas veces llega a reposar en las ramas de los árboles. La mayoría de los animales que viven en la selva tienen vistosos pelajes o plumajes; sin embargo, en la espesura de la vegetación de los animales se confunden con el entorno, por lo que en muchas ocasiones sólo pueden ser localizados por los ruidos que emiten.

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