Un granjero fue un día a sus establos a revisar sus bestias de carga: entre ellas se encontraba su asno favorito, el cual siempre estaba bien alimentado y era quien cargaba a su amo. Junto con el granjero venía también su perrita faldera, la cual bailaba a su alrededor, lamía su mano y saltaba alegremente lo mejor que podía.
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Esopo – El asno y la perrita faldera
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Ciudadano del mundo, economista de carrera, bloguero por pasatiempo, docente por situaciones del destino
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