Un carbonero que hacía su trabajo en cierta casa visitó a un batanero que trabajaba no muy lejos de él, invitándole a trabajar en un mismo local, pues de este modo, además de mayor amistad vivirían con menos gastos al usar solamente una casa. Pero le respondió el batanero:
Mostrando las entradas con la etiqueta Historias con Moraleja. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Historias con Moraleja. Mostrar todas las entradas
Esopo – El batanero y el carbonero
Etiquetas:
El batanero y el carbonero,
Esopo,
Fábulas,
Fábulas clásicas,
Fábulas de Esopo,
Historias con Moraleja,
Moralejas,
Pequeñas fábulas,
Trabajos contradictorios
Ciudadano del mundo, economista de carrera, bloguero por pasatiempo, docente por situaciones del destino
La culebra
Todo el día en San Miguel Tejocote se oye el cocorocó de las gallinas, el coinc coinc de los puercos y el jijay jijay de los burros. Pero no siempre fue así. Antes, en San Miguel Tejocote las gentes y los animales hablaban el mismo idioma. Creo que entonces todos los días eran como una fiesta en donde todos hablan a la vez.
Etiquetas:
Clásicos de la Literatura,
Cuento Mexicano,
Cuento Tradicional,
Cuento Tradicional Mexicano,
Culebra,
Don Paciano,
Historias con Moraleja,
La culebra,
Literatura Mexicana,
San Miguel Tejocote
Ciudadano del mundo, economista de carrera, bloguero por pasatiempo, docente por situaciones del destino
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
La recomendación del momento
Jorge Ibargüengoitia – Los puercos de Nicolás Mangana
Nicolás Mangana era un campesino pobre pero ahorrativo. Su mayor ilusión era juntar dinero para comprar unos puercos y dedicarse a engordarl...
Lo más popular de la semana
-
En esta entrega de los “queridísimos” trabalenguas, se da una lista de esos ejercitadores de la lengua que tienen a algún elemento de la...
-
La 1° cultura (al menos de la que se tiene un registro) en aparecer en Mesoamérica, y que es conocida como la "cultura madre", es ...
-
La orden hospitalaria de los Betlemitas se fundó a mediados del siglo XVII en Guatemala y su creador fue Pedro de San José de Betancourt...
-
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...
-
¡Qué lindo, vengan a ver qué lindo: en medio de la calle ha caído una estrella;