En
el lenguaje cotidiano, se ha utilizado especialmente y libremente la idea
de "red social" durante
más de un siglo para denotar conjuntos complejos de relaciones entre miembros
de los sistemas sociales en todas las dimensiones, desde el ámbito interpersonal
hasta el internacional. En 1954, el antropólogo de la Escuela de
Mánchester J. A. Barnes comenzó a utilizar sistemáticamente el
término para mostrar patrones de lazos, abarcando los conceptos
tradicionalmente utilizados por los científicos sociales: grupos delimitados
(p. ej., tribus, familias) y categorías sociales
(p. ej., género, etnia). Académicos como S. D. Berkowitz, Stephen
Borgatti, Ronald Burt, Kathleen Carley, Martin Everett,
Katherine Faust, Linton Freeman, Mark Granovetter, David Knoke, David
Krackhardt, Peter Marsden, Nicholas Mullins, Anatol Rapoport, Stanley
Wasserman, Barry Wellman, Douglas R. White y Harrison White expandieron
el uso del análisis de redes sociales sistemático.
El
análisis de redes sociales ha pasado de ser una metáfora sugerente para
constituirse en un enfoque analítico y un paradigma, con sus principios
teóricos, métodos de software para análisis de redes sociales y líneas de
investigación propios. Los analistas estudian la influencia del todo en las
partes y viceversa, el efecto producido por la acción selectiva de los
individuos en la red; desde la estructura hasta la relación y el individuo,
desde el comportamiento hasta la actitud. Como se ha dicho estos análisis se
realizan bien en redes completas, donde los lazos son las relaciones
específicas en una población definida, o bien en redes personales (también conocidas como redes egocéntricas,
aunque no son exactamente equiparables), donde se estudian
"comunidades personales". La distinción entre redes totales/completas
y redes personales/egocéntricas depende mucho más de la capacidad del analista
para recopilar los datos y la información. Es decir, para grupos tales como
empresas, escuelas o sociedades con membresía, el analista espera tener
información completa sobre quién está en la red, siendo todos los participantes
egos y alteri potenciales. Los estudios personales/egocéntricos son conducidos
generalmente cuando las identidades o egos se conocen, pero no sus alteri.
Estos estudios permiten a los egos aportar información sobre la identidad de
sus alteri y no hay la expectativa de que los distintos egos o conjuntos de
alteri estén vinculados con cada uno de los otros.
Una
red construida a partir de una bola de nieve se refiere a la idea de que los
alteri son identificados en una encuesta por un conjunto de Egos iniciales (oleada cero) y estos mismos alteri se
convierten en egos en la oleada 1 y nombran a otros alteri adicionales y así
sucesivamente hasta que el porcentaje de alteri nuevos empieza a disminuir.
Aunque hay varios límites logísticos en la conducción de estudios de bola de
nieve, hay desarrollos recientes para examinar redes híbridas,
según el cual egos en redes completas pueden nombrar a alteri que de otro modo
no estarían identificados, posibilitando que estos sean visibles para todos los
egos de la red. La red híbrida, puede ser valiosa para examinar redes
totales/completas sobre las que hay la expectativa de incluir actores
importantes más allá de los identificados formalmente. Por ejemplo, los
empleados de una compañía a menudo trabajan con consultores externos que son
parte de una red que no pueden definir totalmente antes de la recolección de
datos.
En
el análisis de redes sociales, se distinguen varias tendencias analíticas:
No se parte de la hipótesis de que los grupos son los bloques en la sociedad: el enfoque está abierto a estudiar sistemas sociales menos definidos, desde comunidades no locales, hasta enlaces a través de websites.
En lugar de tratar a los individuos (personas, organizaciones, estados) como unidades discretas de análisis, se centra en cómo la estructura de las relaciones afecta a los individuos y sus relaciones.
En contraste con los análisis que asumen que la socialización de las normas determina el comportamiento, el análisis de redes se utiliza para observar el grado en que la estructura y composición de las relaciones entre los individuos afectan a las normas.
La
forma de una red social ayuda a determinar la utilidad de la red para sus
individuos. Las redes más pequeñas y más estrictas, pueden ser menos útiles
para sus miembros que las redes con una gran cantidad de conexiones sueltas (vínculo débil) con personas fuera de la
red principal. Las redes más abiertas, con muchos vínculos y relaciones
sociales débiles, tienen más probabilidades de presentar nuevas ideas y
oportunidades a sus miembros que las redes cerradas con muchos lazos
redundantes. En otras palabras, un grupo de amigos que sólo hacen cosas unos
con otros ya comparten los mismos conocimientos y oportunidades. Un grupo de
individuos con conexiones a otros mundos sociales es probable que tengan acceso
a una gama más amplia de información. Es mejor para el éxito individual tener
conexiones con una variedad de redes en lugar de muchas conexiones en una sola
red. Del mismo modo, los individuos pueden ejercer influencia o actuar como
intermediadores en sus redes sociales, de puente entre dos redes que no están
directamente relacionadas (conocido como
llenar huecos estructurales).
El
poder de análisis de redes sociales estriba en su diferencia de los estudios
tradicionales en las Ciencias Sociales, que asumen que los atributos de cada
uno de los actores (ya sean amistosos o
poco amistosos, inteligentes o tontos, etc.). es lo que importa. El
análisis de redes sociales produce una visión a la vez alternativa y
complementaria, en la cual los atributos de los individuos son menos
importantes que sus relaciones y sus vínculos con otros actores dentro de la
red. Este enfoque ha resultado ser útil para explicar muchos fenómenos del
mundo real, pero deja menos espacio para la acción individual y la capacidad de
las personas para influir en su éxito, ya que gran parte se basa en la
estructura de su red.
Las
redes sociales también se han utilizado para examinar cómo las organizaciones
interactúan unas con otras, caracterizando las múltiples conexiones informales
que vinculan a los ejecutivos entre sí, así como las asociaciones y conexiones
entre los empleados de diferentes organizaciones. Por ejemplo, el poder dentro de
las organizaciones, a menudo proviene más del grado en que un individuo dentro
de una red se encuentra en el centro de muchas relaciones, que de su puesto de
trabajo real. Las redes sociales también juegan un papel clave en la
contratación, en el éxito comercial y en el desempeño laboral. Las redes son
formas en las cuales las empresas recopilan información, desalientan la
competencia, y connivencia en la fijación de precios o políticas.
https://es.wikipedia.org/wiki/Red_social
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