El reloj despertador empezó a sonar. Gudelia se despertó.
- ¡Pero si es casi de madrugada! – protestó la niña.
Se detuvo a mirar por la ventana las gotas de rocío sobre las hojas de la higuera del patio. El gatito se lavaba la cara.
Residen en el Paraíso numerosos grupos de seres magníficos, los Ciudadanos del Paraíso. Puesto que no se ocupan directamente del plan del pe...