El mirlo se pone
su
levita negra,
y por los
faldones le asoman las patas
de color de cera.
El mirlo se pone
su
levita negra,
y por los
faldones le asoman las patas
de color de cera.
Doña Luz me regaló pan con miel.
- Prueba, qué bueno está – me dijo.
- Sí, me gusta mucho. ¿Hizo usted la miel con piloncillo?
Brotan las flores, están frescas, medran, abren su corola. De tu interior salen las flores del canto: tú, oh poeta, las derramas sobre...