Clarita era una niña inteligente.
Estudiaba. Siempre sabía sus
lecciones.
Un día la maestra preguntó:
- ¿Quiénes tienen permiso
para ir al paseo?
Varios niños nos pusimos en pie.
Clarita también lo hizo.
La señorita tomó nuestros nombres.
Mandó pedir a la Dirección veinte boletos.
En ese momento llamaron a la puerta.
Era la mamá de Clara.
Preguntó si podía comprar boleto para su hija. Explicó:
- Tuve que avisar a mi esposo.
Por eso no había dado licencia a Clara.
La maestra miró entonces a la niña.
Ésta, avergonzada, bajó la cabeza.
Ahora dice siempre la verdad.
Fuente:Generación 1960. Mi libro de 1° año, Ed. Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, p. 104 – 105. App CONALITEG Digital. Generación 1960. Primer Grado. Mi libro de 1° año.
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