A veces, como un tronco de árbol,
pálido
y envejecido,
no
mueves las ramas, te secas,
un color grisáceo te invade.
A veces, como un tronco de árbol,
pálido
y envejecido,
no
mueves las ramas, te secas,
un color grisáceo te invade.
Brotan las flores, están frescas, medran, abren su corola. De tu interior salen las flores del canto: tú, oh poeta, las derramas sobre...