Los dueños de la Copa.
Pelé se consagró en México 1970, donde Brasil se adueñó para siempre del trofeo Jules Rimet, tras conquistar el tricampeonato.
Los dueños de la Copa.
Pelé se consagró en México 1970, donde Brasil se adueñó para siempre del trofeo Jules Rimet, tras conquistar el tricampeonato.
Surge un
nuevo héroe.
Brasil
demostró que podía ganar sin Pelé y tuvo como figura a Garrincha, para defender
el título y conseguir el bicampeonato en el país andino.
Año 1962, tocaba el turno a Chile, país que venía recuperándose de un sismo ocurrido dos años antes de la justa mundialista, pero que albergaba con los brazos abiertos una nueva edición. Brasil llegaba como favorito tras levantar la Copa en Suecia 1958; no obstante, una lesión de Pelé en la primera fase daba oportunidad a otras selecciones, entre ellas, la combativa escuadra chilena.
Italia se ‘roba’ la copa.
Benito Mussolini fue el protagonista del segundo Mundial, en el que se mezcló la política con el deporte; el triunfo azzurro fue casi un decreto de gobierno.
La primera Copa del Mundo celebrada en Europa estuvo marcada por la política, que incluso llegó a sobrepasar el aspecto deportivo. Para 1934 se designó a Italia como sede y su principal protagonista nunca pisó la cancha ni pateó un balón. Benito Mussolini encontró en el futbol el motivo perfecto para dar a conocer el régimen fascista. Incluso, el gobierno estuvo dispuesto a dar más dinero para que se realizara la competencia en su territorio.
Brotan las flores, están frescas, medran, abren su corola. De tu interior salen las flores del canto: tú, oh poeta, las derramas sobre...