I Olimpiada. Atenas 1896

Ficha Técnica. 

País anfitrión: Grecia.

Candidaturas alternativas: No las hubo.

Inauguración: El 6 de abril de 1896.

Clausura del evento: El 15 de abril de 1896. 

Ceremonias Clave.

Apertura oficial: Corrió a cargo del rey Jorge I de Grecia.

Encendido del fuego olímpico: No lo hubo. Inició hasta Ámsterdam 1928.

Juramento olímpico: No lo hubo. Surgió por primera vez en Amberes 1920.

Juramento oficial: No lo hubo. Apareció hasta los Juegos en Múnich 1972. 

El mejor atleta.

El gimnasta alemán Hermann Weingärtner tres primeros lugares, dos segundos y uno tercero.

Tal vez los propios dioses griegos, desterrados durante casi 1,500 años, se sorprendieron al escuchar las palabras pronunciadas por el rey Jorge I en el acto inaugural: "Proclamo picos Internacionales de Atenas." Una vez más, los mejores deportistas se reunían para celebrar competencias semejantes a las del mundo clásico, cuando tenían un carácter religioso. Por problemas financieros estuvieron a punto de ser trasladados a Budapest, Hungría, pero gracias a las aportaciones del filántropo griego George M. Averoff pudo construirse la sede principal: el estadio Panatenaico, ubicado en el lugar que ocupara el estadio de la Atenas clásica.

Realizada en la última década del siglo XIX, durante poco más de una semana, la primera edición de los Juegos se llevó a cabo en una Europa confiada en su estabilidad política y social y sorprendida por los progresos tecnológicos que anunciaba el siglo XX. Orgullosos de su pasado, los habitantes de Atenas saludaron con entusiasmo a los miembros de las delegaciones. En aquel mundo establecido por los hombres y para los hombres, esta edición no dio cabida a una sola mujer deportista. Uno de sus grandes hitos ocurrió el mismo día de la inauguración, cuando el estadounidense James Connolly ganó la justa de triple salto y se convirtió en el primer campeón olímpico en 1,503 años. Para llegar a Atenas este deportista tuvo que viajar en un barco carguero y en tren.

Filípides vuelve a la vida.

Por su significado histórico, para los organizadores la competencia más importante era el maratón. Su origen se remonta al año 490 a.C. cuando el soldado Filípides corrió 40 kilómetros desde la llanura de Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria del ejército griego sobre los enemigos persas. Lo logró, pero murió de fatiga y en su honor se creó esta justa. De esta forma, cuando el griego Spiridon Louis llegó en primer lugar, los cien mil espectadores y el resto de los atenienses lo celebraron con júbilo.

Ya desde su primera versión, los Juegos dieron inicio a fenómenos característicos de la época posterior: la admiración por determinados atletas (el levantador de pesas Launceston Elliot fue uno de los más celebrados), el impacto de los Juegos en la profesionalización de varias disciplinas deportivas (en este caso, la agotadora prueba de ciclismo) y el desarrollo de actos espectaculares en la inauguración y la clausura, como el orgulloso desfile final de los medallistas.

El barón Pierre de Coubertin propuso que las sedes de los Juegos posteriores se rotaran entre diferentes ciudades del mundo, idea que lograría darles su moderno carácter cosmopolita. Atenas volvería a ser su sede en la edición de 2004.

"Espero que el renacimiento de los Juegos Olímpicos conduzca al atletismo a un alto grado de perfección y que infunda nuevos elementos de ambición a las vidas de la actual generación: ¡el amor por la concordia y el respeto a la vida!"

Pierre de Coubertin.

Fuente: 
Muy Interesante – “Gran Libro de las Olimpiadas. De Atenas 1896 a Beijing 2008”, Ed. Televisa, p. 16.

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